Para quienes no me conocen, mi nombre es José Luis Ávila Herrera (mi foto). Soy mexicano, pero vivo actualmente en la ciudad de Montreal, Canadá donde estudio Inglés y Francés. Tengo 33 años y soy blogger. (mis blogs)
Son las 5:30 de la mañana del día miércoles 10 de marzo de 2010 y me despierto absolutamente inquieto ante un sueño que acabo de tener hace sólo unos minutos. Enciendo la luz de la habitación y busco en mi mochila una pequeña libreta y un lápiz para escribir todos los detalles de este sueño que me ha dejado una extraña sensación con olor a muerte.
Al inicio, voy en un tren leyendo un periódico. El tren va demasiado rápido. Sigo leyendo el periódico, pero noto que hago mucho ruido al pasar de una hoja a otra. Segundos después, un señor que está sentado junto a mi, me reprende por el ruido que hago. Me disculpo con él, pero no le hago caso y sigo pasando las hojas haciendo más ruido. Al parecer, nada me importa. Al parecer, nada me ha importado.
De pronto, es como si el tren pasara por una zona de baches o topes porque siento mucha turbulencia al interior con movimientos inesperados.
Tanta es la turbulencia y tan rápido va el tren, que la mochila que siempre traigo conmigo se cae al suelo. Al recogerla, aprovecho para cambiarme de asiento, pero ya no pongo la mochila sobre mis piernas, sino la coloco sobre mis zapatos.
El señor que iba sentado conmigo, se acerca y me dice -no pongas tu mochila nunca en el suelo-. No le contesto. Él regresa a su asiento y yo sigo en el mío pensando por qué el tren va tan rápido. El viaje es muy largo.
Al inicio, voy en un tren leyendo un periódico. El tren va demasiado rápido. Sigo leyendo el periódico, pero noto que hago mucho ruido al pasar de una hoja a otra. Segundos después, un señor que está sentado junto a mi, me reprende por el ruido que hago. Me disculpo con él, pero no le hago caso y sigo pasando las hojas haciendo más ruido. Al parecer, nada me importa. Al parecer, nada me ha importado.
De pronto, es como si el tren pasara por una zona de baches o topes porque siento mucha turbulencia al interior con movimientos inesperados.
Tanta es la turbulencia y tan rápido va el tren, que la mochila que siempre traigo conmigo se cae al suelo. Al recogerla, aprovecho para cambiarme de asiento, pero ya no pongo la mochila sobre mis piernas, sino la coloco sobre mis zapatos.
El señor que iba sentado conmigo, se acerca y me dice -no pongas tu mochila nunca en el suelo-. No le contesto. Él regresa a su asiento y yo sigo en el mío pensando por qué el tren va tan rápido. El viaje es muy largo.
De pronto, empiezo a ver paisajes de ensueño, es como un pequeño paraíso alejado de la gran ciudad. No conozco el lugar. El operador del tren anuncia algo por el altavoz, pero no entiendo nada. El tren hace como una especie de medio círculo y finalmente te detiene en lo que parece ser la estación o terminal. El tren tiene al frente y a los costados enormes ventanas con cristales transparentes y puedo ver al llegar a la estación, a una ex novia que de pie parece que espera ese tren.
Desciendo, y conmigo baja también un señor con el que empiezo a hablar en Inglés. Al parecer, le estoy preguntando sobre una dirección. Esta persona señala hacia un punto como dándome las indicaciones sobre cómo llegar a un supuesto lugar.
Observo con detalle y veo que se trata de un pequeño pueblo con callejones estrechos o angostos y casas pequeñas de máximo dos pisos de altura sólo algunas. Todas las casas son del mismo color. Un café oscuro tirando a marrón. Empiezo a caminar y como a dos cuadras hay una casa con la ventana abierta y sentado está un hombre que al parecer conozco y que se llama Fernando. Lo saludo y continúo mi búsqueda. Un poco después, llego a una de esas casas iguales donde me espera un mujer linda, joven, de piel morena clara, ojos negros y cabellos rizados.
Me siento feliz al estar con ella. Tanto así, que ella recibe una llamada que es para mi y trato de terminar pronto la conversación para seguir charlando con esta mujer que al parecer me gusta.
Curiosamente, la persona que me llama -y que es otra mujer-, me pide que cambie de lugar una imagen en su página de Internet que al parecer es de ella, pero yo la administro. Ella me dice “Es la imagen de la muerte. La pequeña.”
Y yo le digo, oh! Sí, tiene un fondo blanco, se lo quitaré. Ella me dice que la deje así como está y termina nuestra conversación. Segundos después de haber terminado la llamada, descubro que la chica con la que antes estaba, ha desaparecido de la casa.
Empiezo a buscarla por las demás habitaciones, pero no la encuentro. Salgo de la casa y la busco entre los callejones, la llamo por su nombre una y otra vez, pero no me contesta. En ese instante -y por alguna razón-, presiento que ella no era real y la busco discretamente con la mirada en los pasillos cercanos a la habitación donde antes estábamos.
Al no encontrarla, me voy de ese lugar. Curiosamente, no me voy por las calles, sino por las azoteas de las otras casas. Intento llegar a una casa que veo a lo lejos con la luz encendida y donde al parecer vive Fernando.
Al parecer lo conozco, pero no sé de dónde. Al iniciar mi huída sobre las azoteas de las casas, un hombre intenta detenerme diciéndome que no debería ir a ese lugar.
Al parecer, no me importa. Al parecer, nunca me ha importado. Luego de caminar sobre varias casas, llego hasta una gran ventana donde veo a una señora de edad avanzada a quien le pregunto por Fernando. Ella le llama, pero él no viene. Sé que él está ahí, pero no viene.
Por la ventana, entro a la habitación que parece ser la cocina y ahí mismo hay otra chica que supongo es hermana de Fernando. De pronto, alguien les avisa que otro hijo de la misma señora, acaba de regresar de un lugar donde había estado por mucho tiempo. La señora se pone muy feliz. Puedo ver su emoción por volver a ver a un hijo que no veía desde hace mucho tiempo.
Observo con detalle y veo que se trata de un pequeño pueblo con callejones estrechos o angostos y casas pequeñas de máximo dos pisos de altura sólo algunas. Todas las casas son del mismo color. Un café oscuro tirando a marrón. Empiezo a caminar y como a dos cuadras hay una casa con la ventana abierta y sentado está un hombre que al parecer conozco y que se llama Fernando. Lo saludo y continúo mi búsqueda. Un poco después, llego a una de esas casas iguales donde me espera un mujer linda, joven, de piel morena clara, ojos negros y cabellos rizados.
Me siento feliz al estar con ella. Tanto así, que ella recibe una llamada que es para mi y trato de terminar pronto la conversación para seguir charlando con esta mujer que al parecer me gusta.
Curiosamente, la persona que me llama -y que es otra mujer-, me pide que cambie de lugar una imagen en su página de Internet que al parecer es de ella, pero yo la administro. Ella me dice “Es la imagen de la muerte. La pequeña.”
Y yo le digo, oh! Sí, tiene un fondo blanco, se lo quitaré. Ella me dice que la deje así como está y termina nuestra conversación. Segundos después de haber terminado la llamada, descubro que la chica con la que antes estaba, ha desaparecido de la casa.
Empiezo a buscarla por las demás habitaciones, pero no la encuentro. Salgo de la casa y la busco entre los callejones, la llamo por su nombre una y otra vez, pero no me contesta. En ese instante -y por alguna razón-, presiento que ella no era real y la busco discretamente con la mirada en los pasillos cercanos a la habitación donde antes estábamos.
Al no encontrarla, me voy de ese lugar. Curiosamente, no me voy por las calles, sino por las azoteas de las otras casas. Intento llegar a una casa que veo a lo lejos con la luz encendida y donde al parecer vive Fernando.
Al parecer lo conozco, pero no sé de dónde. Al iniciar mi huída sobre las azoteas de las casas, un hombre intenta detenerme diciéndome que no debería ir a ese lugar.
Al parecer, no me importa. Al parecer, nunca me ha importado. Luego de caminar sobre varias casas, llego hasta una gran ventana donde veo a una señora de edad avanzada a quien le pregunto por Fernando. Ella le llama, pero él no viene. Sé que él está ahí, pero no viene.
Por la ventana, entro a la habitación que parece ser la cocina y ahí mismo hay otra chica que supongo es hermana de Fernando. De pronto, alguien les avisa que otro hijo de la misma señora, acaba de regresar de un lugar donde había estado por mucho tiempo. La señora se pone muy feliz. Puedo ver su emoción por volver a ver a un hijo que no veía desde hace mucho tiempo.
La habitación tiene por un lado ventanas horizontales con cristales transparentes y veo que alguien coloca ramos de flores blancas. Uno a uno, alguien está colocando más y más ramos de flores blancas. Las flores son frescas, pero al quedarme viéndolas por algunos segundos, cambian su color y las veo menos frescas sin llegar a estar marchitas o secas.
La señora sigue en la habitación en espera de que entre su hijo. La veo alegre y sonriente. La veo muy feliz. En ese momento, sé que todo es un sueño y de inmediato me acerco a la señora y le digo lo siguiente;
Un poco asustado, le pregunto ¿Cuándo voy a morir? Y ella me contesta; -El domingo 6 de junio-. Su respuesta parece desconcertarme demasiado mientras ella sigue riendo a carcajadas.
Por fin despierto, busco mi iPod en la mochila y descubro con asombro que el próximo 6 de junio de este año, será domingo. Para ser sincero, no me da miedo.
No es que no crea en este sueño, simplemente pienso que lo que va a pasar pasará. Por supuesto que me gustaría vivir más que sólo estos tres meses o menos que me quedan según el sueño o revelación, pero jamás estaré en contra de la decisión que tenga para mi el Padre Creador.
Esperaré ese día como si fuese el último de mi vida. Bueno, quizás lo sea.
Nota adicional: Revisando el calendario, no encontré otro domingo 6 de junio antes del año 2020. ¿Y usted qué opina? ¿Ha tenido experiencias similares? ¿Tiene idea del significado?
Haga usted click aquí para dejar un comentario, nota o sugerencia.
Gracias.
La señora sigue en la habitación en espera de que entre su hijo. La veo alegre y sonriente. La veo muy feliz. En ese momento, sé que todo es un sueño y de inmediato me acerco a la señora y le digo lo siguiente;
Señora, yo estoy también lejos de mi madre y en varias ocasiones he soñado con flores blancas. ¿Es que mi madre va a morir?” La señora no me contesta, pero la otra chica se rie a carcajadas y se acerca a mi para decirme lo siguiente; No importa si estás lejos o cerca, pero tu madre no va a morir. ¡Tú vas a morir!
Un poco asustado, le pregunto ¿Cuándo voy a morir? Y ella me contesta; -El domingo 6 de junio-. Su respuesta parece desconcertarme demasiado mientras ella sigue riendo a carcajadas.
Por fin despierto, busco mi iPod en la mochila y descubro con asombro que el próximo 6 de junio de este año, será domingo. Para ser sincero, no me da miedo.
No es que no crea en este sueño, simplemente pienso que lo que va a pasar pasará. Por supuesto que me gustaría vivir más que sólo estos tres meses o menos que me quedan según el sueño o revelación, pero jamás estaré en contra de la decisión que tenga para mi el Padre Creador.
Aceptaré con respeto y humildad, su veredicto final. Amén.
Esperaré ese día como si fuese el último de mi vida. Bueno, quizás lo sea.
Nota adicional: Revisando el calendario, no encontré otro domingo 6 de junio antes del año 2020. ¿Y usted qué opina? ¿Ha tenido experiencias similares? ¿Tiene idea del significado?
Haga usted click aquí para dejar un comentario, nota o sugerencia.
9 comments:
Es curioso, te dire que no creo en ese tipo de premoniciones, ahora bien como relato fantastico esta bien construido(si es lo que buscabas) y , de todos modos si hoy tienes 33 años para el 2020 tendras 43, asi que seguramente encontraras otro dia 6 de junio ,de acuerdo a tu relato, despues de ese año.Independientmente de ello, en tu lugar no me preocuparia demasiado, todos,absolutamente todos, nacemos,crecemos y la dama nos alcanza siempre en algun momento. Saludos
@Georginius,
Gracias por tu comentario. Para ser sincero, no se trata de ningún relato fantástico, es real. Me sucedió.
Seré enfático al decir que no me da miedo ni me sugestiono, simplemente me parece muy extraño.
De todas formas, que se haga -como siempre- la voluntad de Dios.
Saludos.
Hola comandante asesi…cof, cof, esteee…quise decir amigo Luís, oye mano, la neta está muy reflexivo lo de tu sueño, pero no te saques de onda yo creo que el gran arquitecto del universo se manifiesta de maneras extrañas, pero aún así es posible que hayas visto en realidad a ariel o uriel como le llaman algunos. Pero eso puede ser o no posible dependiendo de los demás factores de tu sueño y la hora en que lo tuviste.
Mira yo se algo de asuntos esotéricos, y lo que metafísicamente representa la muerte, no es la muerte en si, sino una simbología o alegoría del cambio, se cierra un ciclo y se inicia un nuevo ciclo en tu vida, renovación espiritual, de fe, estilo de vida, ideologías en fin muchas cosas pueden morir para cambiar al renacer otras nuevas que las sustituyen.
Pero tu físico no está en peligro de muerte, eso te lo puedo asegurar.
numerológicamente también es una fecha curiosa, es el día 6 del mes 6, sumados dan 12 que sumados dan 3, año 2010 que sumado también da 3, las letras de tu nombre sumadas también suman 21 que sumadas dan 3; el 3 es el número del equilibrio natural y junto con el 1 representan al Gran Arquitecto del Universo, tu tienes 33 años, que sumados dan 6; eso significa que habría que ver las implicaciones numerológicas del 6 y el 9.
Pero mejor luego porque ahora tengo que salir.
Suerte y gracias por compartir tu experiencia. Te deseo salud, alegría y prosperidad.
Sinceramente R.D.H
Wow, mi querido chipotlito!
Me haz dejado boquiabierto con tanto conocimiento.
Ojalá pronto me puedas ilustar un poco más por favor.
Saludos.
Siempre es un placer poder comentar algo contigo; tratare de hacerlo mas a menudo porque la guerra y las batallas épicas que libro en el blog del falso me dejan la mente y el aura llenos de obscuridad y adrenalina.
tu blog es una especie de oasis en donde uno puede abrevar la paz y el conocimiento.
gracias por tener ese santuario a donde me puedo fugar de vez en cuando.
BUENO..PUES TE SUEÑO,ESTA DE NOVELA,TANTAS HORAS EN LA RED,HACEN ESTOS EFECTOS.........OJALA TUVIERAMOS LA FECHA DE NUESTRO ULÑTIMO DIA,POR ESTE PASO DE LA VIDA,PERO BIEN LO DICES,ESO SOLO LE CORRESPONDE AL SUPREMO.ADEMAS RECUERDA QUE TIENES AUN MUCHO POR HACER BRINDAR,AMAR,REIR ,LLORAR,NI CREAS QUE TAN TRANQUILO TE IRAS ASI NO MAS,,JAJAJAJAJAUN BESO Y RECUERDA NO TE SUELTES DE LA MANO DE DIOS!!!
Antes de pensar que es tu propia muerte, recuerda si días antes algo te impactó con respecto a la muerte, o si estuviste en un tren u tuviste relación con cualquiera de los elementos que mencionas.
De no ser así pienso que el significado puede ser más bien de cambios en tu vida, no necesariamente debemos de creer que la muerte física acaba con todo, pueden ser cambios en tu vida, o también puede ser la muerte de otra persona, por ejemplo de cualquiera de las que viste en el sueño si de pronto las conoces.
De todas formas como relato me tuvo absorta, muy bien escrito.
Y en cuanto a las fotografías que acompañaste, me llamó la atención la de la chica junto al tren, muy linda la imagen. Te felicito también por la excelencia de tus fotografías, creo que me voy a tomar una para una revista digital que edito y te colocaré el crédito por supuesto.
He tenido igual número de sueños premonitorios que se han cumplido, pero no creo que directamente a uno le anuncien la de uno.
Ah, se me olvidaba decirte, mira por el lado de la numerología la fecha...
Feliz día
Me gusto tu relato, cuando era joven escribia cosas parecidas...No creo que la fecha sea el limite de tu creatividad ni de tu talento para la fotografia, te quedan muchos, muchos mas 6 de Junio en tu vida para mostrarnos el mundo a traves del lente de tu camara, que visto por el, es un lugar muy amable y bello para vivir.
Suerte!!! y espero el siguiente relato escrito el 7 de Junio de 2010.
Muchas gracias a todos quienes han tenido la gentileza de expresar sus opiniones sobre mi sueño.
Que se haga al final de cuentas la voluntad de nuestro Padre Creador.
Mientras tanto, seguiré tomando nuevas fotos con mi nueva cámara Nikon D90.
Hasta este momento, deseo decirles que es una verdadera belleza de cámara. Hay instantes en los cuales con este juguete me siento profesional.
Saludos en la distancia.
Sinceramente,
José Luis Ávila Herrera
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